En esta sociedad del bienestar en la que vivimos, y teniendo en cuenta por un lado las esperanzas de vida tan largas que tenemos en estos momentos en los países llamados desarrollados, y por otro la cantidad de enfermos diagnosticados de demencias que no paran de subir, uno de los cambios más aterradores que podemos experimentar a medida que envejecemos, es la pérdida de memoria. Pero, al mismo tiempo que nos percatamos de la importancia de la memoria, y de su fragilidad, la comunidad científica esta aportando pruebas cada vez más contundentes sobre el hecho de que el cerebro es más plástico de lo que se pensaba previamente, y que el cerebro, como otros músculos puede ser entrenado y mantenido en forma a pesar de la edad.
Los investigadores de todo el mundo están inmersos en investigaciones muy diversas con el único fin de mantener el cerebro en pleno rendimiento, mediante entrenamiento cerebral. Estos cerebros disfuncionales, o el miedo a padecerlos, han inspirado una mini industria de productos para la salud cerebral – no únicamente suplementos como la coenzima Q10, ginseng o bacopa, sino que también productos computerizados de entrenamiento cerebral.
Alvaro Fernandez, propietario de SharpBrains, empresa de fitness mental y consultoría, posee un sitio web centrado en la investigación del entrenamiento cerebral, y estima que en el 2007 el mercado en los Estados Unidos del llamado “neurosoftware" era de 146 millones de euros. Esta cantidad, comparada con la que mueve anualmente la industria del fitness físico, es irrisoria, (esta mueve al año más de 10 billones de euros, tan sólo en subscripciones a polideportivos y clubs de deporte), aunque tenga un crecimiento medio anual de un 50%.
El ciudadano de a pie tiene cada vez más información sobre enfermedades como el Alzheimer, y cree que tiene razones para preocuparse. No hay un test de laboratorio definitivo para detectar esta enfermedad. Los doctores se basan en los síntomas para realizar el diagnóstico, y la mayoría de la gente piensa que para cuando aparecen estos síntomas el daño cerebral es ya extenso.
“La mayoría de la gente cuando cumple los 50, empieza a examinar sus pérdidas de memoria con más seriedad” afirma el Dr Gene Cohen, el director del Centro de la Vejez, Salud y Humanidades en la universidad de George Washington. “Cuando pierdes las llaves a los 25, no le das ninguna importancia, pero cuando te pasa lo mismo con 50 o más, empiezas a preocuparte.”
Según el Dr Cohen, la gente puede reaccionar de manera exagerada, atribuyendo acciones de mentes distraídas, a mentes defectuosas, cuando la causa del olvido es simplemente la falta de concentración.
Hay un incremento de la conciencia de que desafiar nuestro cerebro puede tener efectos positivos. La plasticidad del cerebro esta relacionado directamente con la producción de nuevas dendritas, “cada vez que desafías a tu cerebro, estas modificando tu cerebro” dice el Dr. Cohen. “De hecho, podemos crear nuevas células cerebrales, a pesar de que nos hayan dicho que eso es imposible durante un siglo.
*** Texto adaptado del New York Times, mayo del 2008
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