23/8/08

¿Sufres de insomnio?... Pues cuidado con el móvil

Según un artículo que acabo de leer en el "Scientific American MIND", el uso del teléfono movil antes de acostarse podría causar insomnio, o al menos podría retrasar que el sujeto en cuestión se duerma. Tal y como comenta R. Douglas en el artículo titulado call me sleepless, cada ves son más las personas que se pasan del teléfono fijo al móvil, y esto hace que las conversaciones que mantenemos por teléfono justo antes de acostarnos, sean cada vez más mediante el celular. Según estudios recientes, las señales de éstos telefónos pueden alterar las ondas cerebrales, y como consecuencia, se tarda más en conciliar el sueño.


El neurocientífico Rodney Croft y sus colegas de la Univ. Tecnológica de Swinburne (Australia), ataron un teléfono movil de la marca Nokia 6110 a las cabezas de 120 sujetos y monitarizaron sus ondas cerebrales. Cuando los investigadores encendian el celular (sin que el sujeto lo supiera), veían que las ondas alpha del cerebro se incrementaban repentinamente. Estas ondas alpha surgen cuando el cerebro se "apaga" para el mundo externo y se "conecta" con los pensamientos internos. Según Croft, el incremento de la actividad alpha, refleja que, el cerebro se concentra para sobrellevar la interferencia eléctrica que causan las radiaciones emitidas por los teléfonos moviles en los circuitos cerebrales.

En otro estudio, investigadores del sueño de la Univ. de Loughborough (Inglaterra) encontraron que, después de una exposición de 30 minutos a las señales de los teléfonos móviles, a la gente le costaba más o menos el doble de tiempo dormirse que cuando el teléfono estaba apagado. Los científicos piensan que esto se debe a que al cerebro le lleva su tiempo el relajarse después de ser agitado por el campo eléctrico del teléfono.

James Horne, uno de los autores del estudio, apunta que estos efectos no son perjudiciales para la salud, y que son menos disruptivos que media taza de cafe. Aún así, se pregunta si con dosis diferentes, duraciones diferentes, aparatos diferentes... los efectos podrían ser mayores.

Artículo del Scientific American MIND, Agosto/Septiembre 2008.

10/8/08

Una investigación no muy común...

Continuando con los podcasts... hoy voy a comentaros uno muy interesante del mismo autor, el Dr. Michael Britt. Más concretamente, voy a resumiros el artículo que trata en su podcast número 16, titulado: Personal Space Invasion: What happens when someone invades your personal space?. Por cierto, os aconsejo que sigais ese link, puesto que en las notas del podcast también hay un video muy interesante sobre otro estudio sobre la invasión del espacio personal llevada a cabo en second life.

En este capítulo el señor Britt, entre otras cosas, nos explica el estudio realizado por Middlemist, Knowles y Matter en los años 70 (1976 para ser más exactos) titulado "Personal Space Invasions in the Lavatory: Suggestive Evidence for Arousal". Lo más llamativo de este estudio, es el método utilizado, puesto que el experimento se llevó a cabo en unos servicios o urinarios públicos. El hecho de que los sujetos a estudiar (en este caso los humanos) no respondamos de la misma manera al mismo hecho en ambientes diferentes (es decir en un laboratorio extraño o en los servicios públicos de la universidad, por ejemplo) hace que los investigadores en psicologia tengan que "transportar" el laboratorio al lugar natural, para así poder generalizar los hallazgos a una situación en el contexto real o natural. Y es ese proceso, el de observar y recoger datos de los
sujetos en el medio natural el quecrea cierta controversia, puesto que en ciertos límites parece que se contrapone al derecho a la intimidad de los sujetos.




El estudio que voy a comentaros a continuación, en mi opinión sería dificil llevarla acabo hoy en día, pero incluso si se llevase a cabo, no creo que nadie lo publicára, puesto que no se pide consentimiento alguno a los sujetos (ni se les informa de que han sido parte del estudio), y se les observa cuando están urinando (un momento bastante íntimo y personal). Y la verdad, aunque entienda las reticencias, no creo que los sujetos salgan perjudicados de alguna manera por tomar parte en el estudio, por lo que en mi humilde opinión no hay problemas éticos... pero bueno este es otro debate...

En este estudio participaron 60 sujetos, todos ellos varones, puesto que el experimento se llevó a cabo en unos servicios masculinos. En el servicio en cuestión, había tres urinarios y dos lavabos, y el sujeto experimental siempre tenía que orinar en el urinario situado a la izquierda. Los sujetos experimentales fueron asignados a tres condiciones, según el grado de invasión del espacio personal. En la condición de control, el grado deinvasión era nulo, puesto que el sujeto experimental orinaba estando sólo en el servicio, para queel sujeto usara el urinario de la izquierda, los otros dos urinarios tenían el cartel de "NO USAR". En la condición de invasión moderada del espacio personal, en el servicio se encontraba un observador, que simulaba estar orinando en el urinario de la derecha, y el urinario del centro tenía el cartel de "NO USAR". Finalmente en la tercera condición, el observador se encuentra en el urinario del centro mientras que el cartel de "NO USAR" se encuentra en el urinario de la derecha.

Las variables fisiológicas que se midieron en este estudio fueron dos, el tiempo que tardaban los sujetos en empezar a orinar, y la duración de dicho acto. Las hipótesis están claras ¿no? los sujetos taradaran más en empezar a orinar cuanto mayor sea el grado de invasión del espacio personal, y la duración en cambio será mayor cuanto menor sea el grado de invasión.

Y sí, las hipótesis se cumplieron: El tiempo que tardáron de media los sujetos control para empezar a orinar fue de 4 segundos, 6 segundos para los de la condición de invasión moderada y 8,4 segundos para los de la condición de invasión extrema. En cuanto a la duración, los sujetos control obtuvieron una media de 25 segundos, los de invasión moderada 23,4 segundos y los de la invasión extrema 17,4 segundos.


Un estudio entretenido... sobre todo por el método tan original que han empleado. Eso es todo por hoy, os aconsejo que paseis por la página del Dr Michael Britt, y salseeis o al menos os suscribais a su podcast, porque es realmente interesante.

6/8/08

Ayudar o no ayudar... esa es la cuestión

Hace ya un par de semanas que no he actualizado el blog, pero no creaís que he estado de brazos cruzados, no señor. Aprovechando que ya esta aquí el veranito, las vacaciones y todo lo demás... pues eso que yo también me he permitido unos dias en off, :) pero no he parado de leer, escuchar
y ver cosas muy interesantes (ya sabeis, yo le doy a todo, a los artículos, libros, revistas... a los podcasts y como no a los documentales :)). Pues bien he aprovechado este parón para desenpolvar los podcasts que tenía marcados para repasar y comentar aquí, en el blog, así que aquí va uno de unas cuantas propuestas que espero hacer para que podais oir este verano, ya sea en la playa o en el monte.

En el episodio 50 del podcast Psychology in every day life: the psych files, resumen un estudio muy interesante titulado "FROM JERUSALEM TO JERICHO”: A study of situational and dispositional variables in helping behavior que fue llevado a cabo por los psicólogos John M. Darley y C. Daniel Batson allá en los 70, y trata sobre la parábola del buen Samaritano. Por si acaso aquí os cito la parábola:


Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?»
Él le d
ijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».


El objetivo de este estudio era examinar la influencia que ejercían ciertas variables (la prisa que tenían los sujetos y lo que estaban pensando en esos momentos) en la conducta de ayuda, en otras palabras, y como bien apunta, Dr. Michaell Britt, poner a prueba la veracidad de la parábola del buen samaritano. (Aunque no exactamente, puesto que la parábola no creo yo que se preocupe por el por qué de la ayuda, sino del hecho de ayudar... pero bueno). Para ello, llevaron a cabo un experimento con los alumnos de un seminario de Teologia de Princeton. Estos alumnos fueron divididos en dos condiciones, La condición del discurso del buen Samaritano, y la condición del discurso sobre las vocaciones de los estudiantes, y al mismo tiempo dentro de estas condiciones teníamos tres subgrupos, los de la condición de no prisa, los de la condición de prisa mediana y los de la condición de mucha prisa (3x2). La conducta de ayuda se medía observando la conducta del sujeto frente al "cebo" (frente al actor que se puso tirado en el suelo en situación de necesitar ayuda).

Los resultados de este interesante estudio, mostraron que lo que el sujeto está pensando en el momento de decidir si ayudar o no, no es importante para inferir si la conducta de ayuda dará lugar o no. Los de la condición del buen Samaritano debían de estar pensando en dicha parábola, porque se les dijo que tenían que dar un breve discurso de 10 minutos sobre el tema, pero aún así, no eran significativamente más los alumnos de esta condición que se pararon a ayudar a nuestra "víctima". En cambio, el hecho de tener prisa sí que fue una variable muy importante. Así, como es lógico, los que más ayudaron fueron los que menos prisa tenian (condición no prisa), seguidos de los que tenian una prisa mediana, y finalmente muy pocos de la condición de mucha prisa se pararon a ayudar.

¿Moraleja? Si necesitas ayuda... acude al que menos prisa tenga.



 
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